Carcinoma de células escamosas en gato
“Blanquita”, una gata de 12 años de edad, esterilizada, que vive en régimen de semi-libertad en un cortijo y pasa muchas horas al día al aire libre.
INCIDENCIA: Los carcinomas de células escamosas (imagen 1) nacen del estrato espinoso del epitelio. Son los segundos en incidencia entre los tumores felinos, representando del 9 al 25 % de todos los tumores en gatos.
Las formas productivas suelen tener una apariencia papilomatosa, aunque sin el típico crecimiento de éstas. Las formas erosivas-ulcerativas comienzan con costras indefinidas que terminan en verdaderos cráteres que coalescen hasta formar uno de dimensiones muy grandes. Son habitualmente solitarios, ulcerados, firmes y de base ancha. Su localización más habitual es la cabeza, y dentro de ésta, las orejas, nariz, labios y párpados.
La aparición de este tipo de neoplasia maligna tiene un componente medioambiental y de pigmentación muy importante. Suele estar relacionado con animales de coloración blanca y la exposición continuada a la radiación ultravioleta. Se recomienda proteger a aquellas especies poco pigmentadas con protectores solares, tatuajes o evitando la exposición directa a la luz solar.
TRATAMIENTO: La extirpación quirúrgica amplia y precoz es lo óptimo. El objetivo de la cirugía será eliminar todo el tejido canceroso y un margen de tejido sano alrededor para evitar recurrencias (imagen 2). La extirpación de las orejas puede cambiar el aspecto del gato, pero se realiza de manera relativamente sencilla. Si el problema está localizado en los párpados o la nariz, la resección quirúrgica puede ser más complicada. Puede ser necesario un tratamiento adicional de radioterapia, aunque este tipo de tratamiento solo se aplica en centros especializados, lo que puede no estar al alcance de todos los propietarios. Otra posibilidad es la criocirugía, que en algunos casos puede ser muy efectiva.
¿Qué futuro espera a un gato que padece un CCE? El pronóstico depende de la rapidez con que sea diagnosticado y tratado. Si es detectado en estadios iniciales, y especialmente si solo están afectadas las orejas y pueden ser reseccionadas con éxito, el gato debería recuperarse perfectamente. Si no es posible eliminar todo el tejido afectado, el pronóstico es más reservado.
En la imagen 2 se muestra el resultado después de la intervención quirúrgica, con una notable mejora en el aspecto de Blanquita.

Imagen 1

Imagen 2