La Artrosis canina
Es una enfermedad progresiva, crónica y dolorosa. No tiene cura, pero un adecuado tratamiento permite que el perro lleve una vida normal: la clave está en controlar el dolor.
El dolor que produce la artrosis no tratada hace que el animal no pueda moverse con normalidad, y la falta de actividad favorece que la enfermedad progrese más rápidamente.
Síntomas de artrosis:
- El perro cojea o camina con dificultad
- No puede levantarse con normalidad
- No puede subir o bajar escalones, ni subir o bajar solo del coche
- Se muestra menos activo e interacciona menos con su dueño, deja de jugar
- Se lame continuamente la articulación que le duele
¿Qué hacemos con un perro con artrosis?
- El punto clave del tratamiento es el control del dolor.
- Controlar el peso del animal. Un perro artrítico con exceso de peso lo pasará mucho peor, porque sus articulaciones sufrirán más.
- Protección articular: existen piensos y productos complementarios que ayudan a reparar las articulaciones dañadas y evitar un deterioro mayor.
- Ejercicio: La actividad controlada es muy importante para que la enfermedad no progrese.
